A medida que la sociedad avanza para reabrir y volver a funcionar, todos tenemos un papel que desempeñar. Como individuos, empresas y miembros de la comunidad, debemos diseñar y ejecutar un plan para prepararnos para lo que viene después.
Este artículo busca compartir tres recomendaciones prácticas para facilitar la transición a nuestra nueva realidad.
Comité de Transición. – Considere la posibilidad de establecer un equipo de personas altamente capacitadas con cuatro roles clave; Propietarios de procesos internos, consultores externos, patrocinadores de proyectos y un(a) moderador(a). La combinación de estos tipos de recursos proporcionará suficiente conocimiento y experiencia para aprovechar la experiencia empresarial y la perspectiva externa para que los líderes puedan tomar decisiones puntuales mientras se mantienen actualizados de lo que sucede en el mercado.
Programa de bienestar. – Volver a los negocios es solo el primer paso para recuperar nuestro sentido de normalidad. Apoyar a nuestra gente podría convertirse en una de las tareas más desafiantes del plan de reingreso. La mayoría de las personas estaban acostumbrada a un estilo de vida dinámico. Luego, con poca o ninguna advertencia, el mundo se detuvo. Nos vimos obligado(a)s a cambiar lo que sabíamos y esperar hasta que "la costa estuviera despejada". Ahora es el momento de recoger las piezas y volver al trabajo. Estos cambios dramáticos en el estilo de vida pueden causar miedo, estrés, ansiedad y enfermedades mentales que afectarán nuestra productividad. Debemos de prepararnos para este tipo de situaciones. Considere crear un programa para ofrecer asesoramiento y apoyo a quienes puedan necesitarlo.
Utilice lo que funciono. – La pandemia cambió nuestras vidas. ¿Por qué no analizar algunos de los cambios y aplicarlos a nuestra nueva realidad? Por ejemplo, se ha demostrado que las reuniones virtuales abordan la necesidad de movilizar equipos, coordinar calendarios complejos y lograr el objetivo. Además, considere la posibilidad de ofrecer horarios flexibles y utilícelos como práctica para la planificación de recuperación ante desastres y la continuidad empresarial. Antes de la pandemia, la telemedicina se percibía como poco frecuente o inaceptable. Durante la crisis mundial, la telemedicina fue la única opción para atender a algunos pacientes. ¿Por qué no consideramos esa práctica para los servicios de tratamiento médico de bajo riesgo y las visitas anuales al doctor? Nuevamente, tenemos la oportunidad de usar lo que hemos aprendido e incorporarlo en nuestras nuevas prácticas comerciales.
Regresar al trabajo no va a ser un simple plug-and-play. La realidad que dejamos antes de la pandemia no será la realidad que encontremos cuando regresemos. Tenemos la opción de utilizar lo que hemos aprendido durante los pasados 12 meses y prepararnos para un nuevo mañana, o simplemente convocamos a todo el personal, abrimos las puertas y esperamos que todo salga bien.
La falta de preparación fue parte de la razón por la que la pandemia nos tomó por sorpresa. Una de las mayores cualidades de los seres humanos es la capacidad de adaptación. Pongámosla en práctica.
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